Luchar contra las bacterias de la sangre
Surgen de repente, después de una operación, una neumonía severa o como reacción a un fármaco. El problema de las infecciones es que muestran su cara cuando el problema de salud se considera grave.
Sus síntomas pueden pasar inadvertidos durante horas, en un intervalo en el que la intervención del sistema sanitario es fundamental para la supervivencia del paciente. La sepsis es un proceso infeccioso que mata mucho más que el infarto de miocardio o el ictus cerebral. Un estudio en el que han colaborado sociedades científicas y hospitales de España y el ámbito internacional señala que el 47 por ciento de los pacientes que ingresan por un cuadro infeccioso muere. La razón es que la respuesta sanitaria llega tarde, cuando la sepsis es demasiado grave.
Esta realidad ha puesto en alerta a los agentes sanitarios y la comunidad científica, que elaboran un proceso asistencial para abordar este problema de salud pública. En Andalucía el proceso estará listo a finales de este año, de modo que a partir de 2009 los profesionales contarán con un protocolo de actuación, que pone el acento en la detección precoz y la educación desde el primer al último eslabón de la compleja cadena asistencial. El Hospital Clínico, que impulsó la elaboración de este plan, lleva desde marzo de 2004 desarrollando un programa para acelerar el diagnóstico y mejorar la coordinación entre el personal sanitario con respecto a este problema. Es como una especie de ensayo del proceso que se aplica en las urgencias, la Unidad de Cuidados Intensivos, las emergencias y entre sanitarios de cirugía y medicina infecciosa.
Su artífice, la doctora María Victoria de la Torre, especialista en Medicina Intensiva del centro, explica que lo que se intenta es ir mentalizando al personal sanitario sobre la mejor forma de actuar ante este problema. "Si no se detecta la gravedad del caso, el riesgo de mortalidad es elevado. Por eso, el proceso asistencial es tiempo-dependiente", asegura.
En el Clínico ingresan al año unos 130 enfermos por cuadros infecciosos, la mayoría de origen respiratorio, pero también tras un proceso quirúrgico y problemas urinarios. Representan el 10,4 por ciento de los que ingresan en los servicios de urgencias, pero unos 60 fallecen por la gravedad de la sepsis. Con el proceso se pretende reducir la mortalidad un 30 por ciento en 2009, indica De la Torre. No obstante, en Andalucía se aplicó desde 2005 a 2006 un programa educativo entre pacientes y sanitarios que logró reducir en un 10 por ciento la mortalidad en 22 hospitales, incluido el Virgen de la Victoria.
Mayor prevalencia
La sepsis no sólo representa hoy la enfermedad más prevalente en las UCI con un índice de mortalidad de 97 casos por cada 100.000 habitantes, sino que es un problema de salud que crece a un ritmo anual de entre el 7 y 9 por ciento. Este hecho se explica en el incremento de la expectativa de vida, que deriva en un mayor número de pacientes crónicos, y en el mayor número de enfermos oncológicos tratados con quimioterapia. "Un ejemplo claro es el de un paciente hipertenso de unos 70 años que llega con una infección urinaria. A medida que pasan las horas va disminuyendo la tensión arterial y esto conlleva a un retroceso de la función de los órganos vitales, en este caso, el riñón", expone la especialista.
El 29 por ciento de los casos son graves y el 20,6 por ciento de los pacientes requieren ingreso hospitalario.
Protocolo de actuación
El protocolo de atención de la sepsis no sólo se centra en el diagnóstico precoz con una evaluación sencilla, sino también en las medidas terapéuticas y el nivel de cuidados según la gravedad del caso. Hay que tener en cuenta que las estancias de los enfermos son largas y las secuelas pueden ser graves. También, su coste económico es de unos 10.000 euros, muy superior al del infarto.
El programa del Clínico prioriza el diagnóstico precoz basándose en una serie de signos de alerta clínicos, como fiebre o agitación en la respiración, que deben ser percibidos por los profesionales de los centros de salud y visitas a domicilio, los equipos de emergencias y los sanitarios de la UCI. Incluso, el personal de pediatría debe estar en alerta. "Los niños con meningitis se siguen muriendo", asegura la doctora De la Torre.
Una vez detectado el proceso infeccioso, la respuesta sanitaria ha de ser ágil y eficaz con dos medidas básicas. "Hay que poner a tiempo el antibiótico y activar la función hemodinámica, ya que la sepsis reduce la función arterial", señala De la Torre.
Distintos estudios han demostrado la disminución de la mortalidad cuando se toman medidas de resucitación en las primeras seis horas, y de soporte durante las 24 horas. En este sentido, María Victoria de la Torre considera que deben crearse equipos interdisciplinares para coordinar la asistencia y salvar más vidas.
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