Leve descenso de la mortalidad en pacientes con síndrome coronario agudo en los hospitales
El programa ARIAM (Análisis del Retraso en el Infarto Agudo de Miocardio) en Andalucía ha sido determinante para conocer estos plazos dentro y fuera de los hospitales.
Es indudable que la enfermedad coronaria es muy importante en los países desarrollados, de ahí que los programas y estudios que se realizan en torno a estas enfermedades revistan especial interés para los especialistas. La Revista Cardiocore, publicación oficial de la Sociedad Andaluza de Cardiología, recoge en su último número un artículo firmado por los doctores Luis Ruiz del Fresno, Ángel García-Alcántara y Agustín Hernández-Bayo (Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga) en el que se aborda la epidemiología del síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST (SCACEST) basándose en los datos aportados por el proyecto ARIAM (Análisis del Retraso en el Infarto Agudo de Miocardio), un registro de enfermedad coronaria aguda multidisciplinario centrado en problemas asistenciales y con la orientación totalmente práctica de detectar aquellos apartados del sistema que pueden ser mejorados, y en el que participan más del 90% de los hospitales del sistema sanitario público de Andalucía.
Según los datos aportados por este estudio el paciente coronario en Andalucía responde a ciertas características: la edad media es de 65 años, siendo en un 90% menores de 75 años, de los cuales un 20% tiene menos de 45 años. Un 75% de los pacientes con SCA incluidos en este informe son hombres y solo el 25% son mujeres. Con referencia a los factores de riesgo y por orden de prevalencia, "la mitad de pacientes con SCACEST en Andalucía tiene antecedentes de hipertensión arterial, el 40% de tabaquismo y el 30% de diabetes"; es decir, que "tienen más tabaquismo y menos hipertensión" que los pacientes con síndrome coronario agudo sin EST.
En estos pacientes el tiempo es un factor clave y en nuestra comunidad el tiempo medio transcurrido entre el inicio de los síntomas y el primer contacto con el sistema sanitario se ha mantenido en una media de 60 minutos a lo largo de estos últimos años.
Tras el primer contacto con el sistema sanitario, las primeras horas del paciente con SCACEST son decisivas. "En la actualidad se hace un tratamiento de reperfusión (restauración del suministro sanguíneo al tejido cardiaco) en casi las tres cuartas partes de los pacientes y este porcentaje ha crecido más del 10% a lo largo de los últimos 8 años", si bien "el porcentaje de pacientes que se fibrinolisa (restablecimiento del flujo con fármacos) se ha mantenido estable" frente al porcentaje de ICPP (intervencionismo coronario percutáneo primario) que "se ha multiplicado por 4" en los últimos años. Sin embargo, "todavía dista mucho de la media española, que está por debajo de la media europea, por lo que Andalucía aún esta lejos de esa media, y es por eso que el objetivo debe ser no solo alcanzar esa media europea, sino conseguir que todos los pacientes se reperfundan", según nos comenta el doctor Jiménez-Navarro, editor de la revista Cardiocore y cardiólogo del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.
El tiempo que pasa entre este primer contacto médico a la fibrinólisis es de unos 38 minutos de media "que es un valor bastante bueno" si se tiene en cuenta que este primer contacto no significa que el paciente "esté en el hospital".
ARIAM ha permitido adoptar estrategias que facilitan la reducción de tiempos en el manejo de esos pacientes lo que ha supuesto "que la fibronólisis extrahospitalaria se haya multiplicado por 4" en los últimos años, que también haya crecido en urgencias y que en la UCI haya quedado prácticamente en la mitad respecto a hace algunos años.
El tiempo medio transcurrido entre el primer contacto con el sistema sanitario y el ICPP se establece en unos 140 minutos según el registro ARIAM en Andalucía, manteniéndose estable a lo largo de estos últimos años. Un porcentaje que "está lejos de la media nacional y europea, donde, además, es mucho más frecuente la ICPP que la fibrinólisis" según afirma el doctor Jiménez-Navarro. El factor tiempo "debe ser menor de 90 a 120 minutos" para ajustarlo a las directrices establecidas en el ámbito internacional.
En cualquier caso, la elección entre ambos métodos de reperfusión, si el centro y el paciente lo permiten, debe ser siempre "a favor de ICPP".
Finalmente, este artículo destaca que si bien "el perfil de factores de riesgo y retraso dependiente del paciente con SCACEST en Andalucía se mantiene constante en los 60 minutos, "el funcionamiento del sistema sanitario está cambiando: el porcentaje de pacientes a los que se intenta reperfundir está subiendo (más del 70%) y la fibrinólisis extrahospitalaria y el intervencionismo coronario primario están creciendo muy rápidamente" mientras que "la mortalidad intrahospitalaria y la estancia hospitalaria van bajando: 7,5% y 6 días, respectivamente".
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