La Unidad de Farmacia del Hospital Virgen de la Victoria controla a más de 3.500 enfermos en consulta externa
La Unidad de Gestión Clínica de Farmacia del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga controla a más de 3.500 pacientes, a través de una consulta y un área de dispensación de medicamentos que atiende a enfermos externos citados previamente. Estas dependencias comenzaron a prestar atención al público en el año 2010.
La puesta en marcha de programas específicos de atención farmacéutica para diversas enfermedades crónicas, que precisan de tratamientos farmacológicos especiales, está ayudando a mejorar el control y el seguimiento de estos enfermos, lo que redunda en un aumento en la adherencia a los tratamientos.
De este modo, la Unidad de Farmacia trabaja desde hace algunos años en los programas de atención para pacientes seropositivos (HIV), prediálisis, hepatitis B y C, artritis reumatoide y esclerosis múltiple, entre otros. Estos programas intentan ofrecer una atención completa a los enfermos y a sus familiares o acompañantes desde la primera dispensación del fármaco, ofreciendo formación acerca de la autoadministración del tratamiento (algunos de los fármacos se administran por vía intramuscular o subcutánea), así como información acerca de sus posibles efectos adversos, además de un calendario sobre las visitas que deben realizar lo enfermos para el seguimiento de su enfermedad.
El equipo de farmacéuticos hospitalarios del Virgen de la Victoria coordina a través de estos dispositivos la atención integral de estos enfermos con otras especialidades, con el objetivo fundamental de evaluar de forma conjunta la evolución de la enfermedad y controlar la administración correcta de los fármacos que pueden ayudar a retrasar el avance de estas enfermedades y de su complicaciones.
De este modo, aspectos tan variados como la validación de la prescripción médica (según los protocolos establecidos para la administración de los medicamentos para estas enfermedades), la evaluación de la existencia de interacciones con otros fármacos que pueda tomar el paciente, las recomendaciones para reforzar el cumplimiento de los tratamientos, así como ofrecer la información e impartir la formación del paciente para conseguir la correcta administración de los fármacos, configuran las funciones principales del farmacéutico hospitalario dentro de este programa.
Además, otros criterios como la conservación de los medicamentos, la gestión de residuos, las estrategias para el manejo de los efectos adversos (cansancio, reacciones en el punto de inyección, etc), así como la resolución de dudas que pueda presentar el paciente o su familia, tanto sobre la enfermedad como sobre el tratamiento, se encuentran cubiertos por los profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia Hospitalaria de este centro sanitario.
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