Las obras del Clínico permitirán que el hospital mejore en cantidad y calidad. En cantidad, porque cuando acabe la remodelación de la torre A –la más próxima a la rotonda de acceso– tendrá 48 camas más que en la actualidad. Y en calidad porque tras la reforma, las habitaciones cuádruples serán sustituidas por 72 habitaciones individuales y 240 dobles.

El proyecto para mejorar este ala del hospital saldrá a concurso en un mes, pero se estima que las obras no podrán comenzar hasta 2007 debido a los trámites que deben cumplirse. Los trabajos durarán unos dos años, por lo que los responsables calculan que la remodelación estará acabada hacia finales de 2008.

El Clínico lleva más de tres años en obras. La torre B quedó terminada en abril de 2005 y posibilitó que unas 300 camas pasaran a habitaciones dobles. El cambio hacia estancias con menos pacientes era una vieja reivindicación para garantizar más intimidad tanto a los enfermos como a sus familiares.

Pero la reforma de la torre A es más compleja porque incluye un pasillo central y exige comer metros cuadrados al patio central para hacer nuevas habitaciones individuales. "Además, es complicado porque tenemos que hacer las obras planta a planta y seguir funcionando", precisó ayer el gerente del hospital, Antonio Pérez Rielo. En esa zona están ubicadas las especialidades de Traumatología, Ginecología, Medicina Interna y Obstetricia. Los trabajos también permitirán ganar más espacio para despachos, atención al público y controles de enfermería, así como mejorar los ascensores a fin de adaptarlos a las nuevas normas de seguridad.

En total, el presupuesto de inversiones para 2006 rondará los 4,3 millones de euros, entre la redacción del proyecto de la torre A, la nueva unidad de Salud Mental y el Laboratorio. La cifra supone casi 700.000 euros más que los fondos destinados el año pasado a la reforma integral del centro. En 2005 se acometieron obras menores pero fundamentales para el funcionamiento del hospital, como la creación de un nuevo archivo de historias clínicas, la terminación de las obras en el área de Urgencias o el remozado de la zona de recuperación postquirúrgica.

Tras desgranar los proyectos, Pérez Rielo hizo un balance positivo del cumplimiento de los decretos que pone límite al tiempo de espera para operaciones (180 días), consultas con el especialista (60 días) o pruebas diagnósticas (30 días). Según el gerente, ningún enfermo espera más de lo estipulado en esas disposiciones. Es más, dijo, la media está en 23 días para las pruebas diagnósticas y 40 para consultas externas.

Otra novedad dada a conocer ayer fue la próxima incorporación de una gammacámara, un equipo que mediante radioisótopos diagnostica y trata patologías cardíacas, endocronológicas y oncológicas. Será el segundo aparato de estas características con que cuente el hospital. La obra previa para su instalación supondrá una inversión de 580.000 euros a la que debe añadirse el coste del propio equipo, que ronda los 400.000 euros. Se estima que la máquina llegará en el tercer trimestre de 2006 y permitirá agilizar tanto el diagnóstico como el tratamiento de los pacientes.