Mecanismos para un afrontamiento saludable de las dificultades de la vida cotidiana
La preocupación cuando no es persistente en el tiempo es algo positivo, preocuparse es beneficioso si nos ayuda a prevenir o resolver un problema, a estar mejor preparados, o en definitiva, cuando nos moviliza, es una forma útil de estar preparados ante una amenaza.
Las preocupaciones pueden llegar a ser muy absorbentes y convertirse en el centro de nuestras vidas, es fácil llenar la vida de preocupaciones pequeñas. No debemos olvidar que se trata de algo que también se aprende repitiendo o imitando modelos de conducta; es decir, a veces nos preocupamos porque desde la infancia hemos aprendido a estar alerta ante acontecimientos peligrosos y otras veces lo hemos aprendido automáticamente porque alguno de nuestros padres se preocupaba, con facilidad ante problemas.
Este manual nos ofrece herramientas de afrontamiento para aquellas preocupaciones que terminan afectando de manera negativa a nuestro quehacer diario, con una serie de consignas e interrogantes a realizarnos a nosotros mismos.
- 5316 lecturas